La mayoría de ellas ha respondido a los niveles de representación e inclusividad que estas pueden llegar a albergar y su relación y concordancia con las representaciones ansiadas o exigidas por sus receptores dentro de un territorio determinado Vernet, Cabe decir, que los investigadores requieren poner énfasis en los temas de interés mutuo, y no inclinarse precisamente, en una primera etapa, por alguna consideración valórica en particular e.
sólo negativas que medie entre los miembros del público a priori el arte público puede, eventualmente, mediar entre los miembros de este y sus intereses, propiciando la cohesión social en la comunidad receptora ante los beneficios sociales de la obra - Kwon, -.
Dicho lo anterior, para esta serie de dimensiones que se encuentran en esta arena discursiva, existe una serie de criterios y normas retóricas a considerar por el que se rigen las condiciones que la definen y, por ende, definen las condiciones en las que se desenvuelve.
Por consiguiente, las esferas públicas, lo que incluye la esfera pública del arte público, a tiene una frontera que define a sus miembros específicos, con creencias o acciones prevalecientes, no obstante, la naturaleza pública de los tópicos excede las fronteras, lo que permite permeabilidad de nuevos participantes.
Estas fronteras eventualmente generarían tensión entre la apertura y el control del espacio discursivo donde los actores se encuentran para descubrir sus puntos comunes sobre el arte en el espacio público.
b Los públicos son plenamente activos y, por ende, tienen intereses que les guían, solicitándose activamente sus opiniones para que salgan a flote los diversos intereses, puntos de vista y evaluaciones respecto a los problemas comunes sobre el arte en cuestión.
Además, c requiere que los miembros participantes se incorporen a la norma del lenguaje contextualizado que guía el arte en cuestión, para que así puedan hacer que sus respectivas experiencias sean inteligibles entre sí, dada la especificidad de los tópicos.
Y, por último, e la tolerancia ejerce un papel preponderante a la hora de discutir los tópicos que rodean el arte público; para mantener el discurso de manera elocuente y fluctuante, las opiniones de los demás deben poder entrar en la arena bajo la tolerancia y lejos de la imposición, coacción o de orientaciones predeterminadas Hauser y Cushman, ; Hauser, Finalmente, una obra de arte en el espacio público ineludiblemente puede contribuir a la producción de un espacio social determinado Lippard, En las últimas décadas, los antropólogos se han interesado por el estudio de los mundos artísticos globales contemporáneos y las condiciones en las que se produce, distribuye, consume y recepciona el arte en los escenarios culturales globalizados de nuestra s sociedad es contemporáneas.
Hogaño, los estudios sobre la recepción del arte público han explorado las estrechas relaciones entre la etnografía y algunas formas de arte público en el espacio público, como la instalación, la actuación, el arte específico del sitio y el arte relacional.
Estas tendencias en la antropología del arte coinciden con el impulso de la antropología por ser una disciplina más actualizada y acorde a los cambios del ejercicio disciplinario como consecuencia de la transformación de nuestras sociedades contemporáneas.
De ello se pueden tomar al menos tres puntos elementales:. El arte público en el espacio público permite que los usuarios puedan introducirse en situaciones novedosas y dinámicas, incitándolos a la creación de nuevos públicos Radice, Introducirse en este tipo de obras públicas novedosas como el arte público, evoca una imaginación e interés post hoc -además de funcionar como un punto de mediación para la comunicación con extraños y otras temáticas de interés- que revela la estrecha conexión entre el arte público del espacio público y la esfera pública como puntos necesarios a ser estudiados.
el involucramiento del público en la creación, el financiamiento o las posibles externalidades que ellas ofrezcan en nuestras sociedades. Finalmente, entender la esfera pública como un espacio discursivo de debate y discusión, y las provisorias dimensiones de análisis, contribuyen al estudio de las obras de arte público y los modos de interacción entre los miembros de los públicos bajo referentes empíricos.
Esto permite que no sean concluyentes, sino que, en base a la reiteración de los resultados en la literatura, habilita la idea de que el investigador pueda, eventualmente, corroborado bajo evidencia, generar dimensiones específicas para cada dimensión general.
Arendt, H. The Human Condition. Chicago, Illinois: University of Chicago Press. Bellido Gant, M. Arte, museos y nuevas tecnologías. Asturias: Ediciones Trea. Benn, S. Public and the Private: Concepts and Action. En Benn, S. and Gauss, G. Bishop, C. MIT Press Journal : Bloomfield, F. VI Congreso Asociación Latinoamericana de Antropología.
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Columbia, South Carolina: University of South Carolina Press. Horowitz, G. The Journal of Aesthetics and Art Criticism , 54 1 , Iveson, K. Publics and the City. Malden, MA: Blackwell. Jones, H. Mohan, G. No se trata de negar esta posibilidad para el arte pblico, ni de descalificar todo modelo configurado finalmente como museo, sino de observar crticamente una realidad que se pone a prueba: si el arte ha de ser pblico, si ha de pertenecer a esa esfera social especfica de la que hablbamos, no puede ni debe jams entenderse como exceso privado.
Adems, si algo aprendimos del incipiente conceptual Marcel Duchamp es que el arte no puede obviar su contexto, ya que es ste el que le otorga todo su significado; de esta forma, el arte pblico no puede tampoco olvidar la arquitectura, el urbanismo, la cultura y, en definitiva, la idiosincrasia de la audiencia a la que se dirige.
Desde este punto de vista podemos decir que han sido ciertos artistas los que, desde la tradicin de la vanguardia crtica y socialmente comprometida6, han reactivado el debate en torno al arte pblico, extendiendo su alcance y su comprensin al de las transformaciones sufridas por las propias ciudades y al funcionamiento de las democracias en nuestro sistema capitalista.
Durante las ltimas cuatro dcadas, el programa fundamental de estos artistas ha consistido en subrayar su distanciamiento crtico con respecto a la autonoma del arte, comprometindose en los retos estratgicos de las estructuras de la ciudad y proponiendo una transformacin crtica de la cultura desde dentro, inmersa en el debate pblico desde la propia ciudadana para ello se apropian de los medios de comunicacin, exploran el entorno, la educacin, el espectculo, la propia Institucin del Museo, etc.
Artistas como Siah Armajani, con sus espacios de lectura 7, han desmitificado el culto al creador a favor de un sentido cvico de la escultura, donde sta se define fundamentalmente como disponible, til y comn8.
Cercano a los presupuestos del diseo, pero tambin de la poesa y la filosofa, Armajani opta por conferir a sus espacios una funcin determinada, y es la exploracin de una situacin socialmente especfica lo que le permite centrarse en un materialismo crtico impregnado por el mundo de vida y sus necesidades ms fundamentales.
El reconocimiento de este contexto como social y polticamente determinante ha guiado asimismo la obra de artistas como Vito Acconci, Lawrence Weiner, Dan Graham, Jenny Holzer, Barbara Kruger, Dennis Adams, o Antoni Muntadas, haciendo que el contenido de su trabajo se torne significante y relevante para un pblico local, y otorgando a su audiencia un papel imprescindible.
Muchos de ellos han trabajado conjuntamente con arquitectos y urbanistas, y han producido un trabajo interdisciplinar, a menudo cercano a la sociologa, la etnografa, etc. Fomentar la participacin de la audiencia ha sido un factor determinante en la comprensin de la obra de arte pblica, como lo demuestra el Harburg Monument Against Fascism de Jochen Gerz y Esther Shalev-Gerz: un monolito que va desapareciendo por su base a medida que el espectador contribuye con su firma en contra del fascismo -hoy permanece nicamente una placa en el suelo que recuerda su antigua ubicacin.
La idea de contra-monumento 9 contenida en esta y otras experiencias supone un verdadero paradigma para muchos artistas que retoman la tradicin de la escultura desde una posicin alternativa. El carcter contingente de todo significado y memoria se contrapone aqu a los valores tradicionales del monumento: permanencia y conmemoracin son sustituidos por obras efmeras y participativas, que ms que competir con la superabundancia de signos de las ciudades, se proponen desvelar sus estructuras profundas, revitalizando la memoria colectiva.
Para canalizar este y otro tipo de propuestas, es necesario que exista una comprensin de la cultura como servicio pblico, al mismo tiempo que como patrimonio; estas ideas de arte pblico, ms all de su potencial esttico, exigen y adquieren la responsabilidad de repensar nuestras ciudades, nuestro tejido social, nuestras necesidades ms bsicas.
Desde el mbito institucional, una de las propuestas internacionales ms interesantes de estas tres ltimas dcadas ha sido la convocatoria de Skulptur, Projekte in Mnster10, que ha tenido lugar por ltima vez en. Con una financiacin de obras de arte pblico que revitalizan el sentido de la pequea ciudad de Mnster cada diez aos, casi un centenar de artistas ha tenido la oportunidad de realizar un proyecto especfico para este evento, que en cada ocasin se salda con la adquisicin de alguna de las obras para su coleccin permanente.
Algo que describe muy bien Walter Grarskamp en su bsqueda de criterios para definir el espacio pblico, es la necesidad de concebir este espacio como un estado: uno de la condensacin y del cruce de funciones, cuya mxima intensidad se sita en el centro de la ciudad Como estado, este centro no slo depende de sus formas de territorializacin sino tambin del factor tiempo; de un calendario especfico donde se incluye la fiesta y el juego, con su consecuente cambio de fisonoma de la ciudad.
Por lo tanto, el criterio definitivo para definir su condicin de espacio pblico vendra determinado por la posibilidad de superponer, trasladar y condensar diferentes formas de uso de este espacio, combinando su frecuencia de uso, accesibilidad, mezcla de funciones, visibilidad y despliegue de medios.
Segn el propio Grarskamp, si el espacio pblico ha de ser algo ms que un escaparate, requiere de una continua entrada de energa social en todas sus formas poltica, comercial, social, teatral, artstica, etc.
El uso y el aprovechamiento sera precisamente la cuarta dimensin de ese espacio pblico. Son pocas las experiencias institucionales que, como esta, nos recuerdan que el arte es tambin un servicio pblico, adems de una industria y un objeto de coleccin o museificable. Y si ciertamente estamos dispuestos a establecer un debate crtico y activo en torno al sentido de nuestras ciudades; si aceptamos -con Armajani- que no existen modelos para el arte en los espacios pblicos, estamos empezando a tomar conciencia de la necesidad de generar un nuevo espacio pblico.
Notas: 1. Lo que Jrgen Habermas llama esfera pblica burguesa representara idealmente un lugar inclusivo de debate y formacin de opiniones que trasciende todo tipo de intereses privados, econmicos, polticos, e incluso de control del estado.
Habermas sita el advenimiento de esta esfera pblica en coincidencia con el desarrollo del capitalismo en la Europa Occidental y describe su apogeo en el espacio poltico burgus alcanzado en el s.
En contraposicin a este modelo, nos encontraramos hoy dominados por los medios de comunicacin de masas bajo un estado benefactor que promueve el espectculo y la formacin de un pblico pasivo y consumista, que debera ser combatido con la vigilancia, el compromiso y la intervencin.
Ver Jrgen Habermas, The Structural Transformation of the Public Sphere: An Inquiry into a Category of Bourgeois Society, trans. Thomas Burger and Frederick Lawrence, Cambridge, Massachusets, Polity, Una nueva era?
Las polticas del 1 por ciento tienen un carcter fundamentalmente proteccionista, orientadas hacia el empleo de artistas as como a la restauracin de obras acometidas o financiadas por el Estado a partir de los aos sesenta.
Desde su perspectiva de integracin del arte en el entorno han otorgado un papel predominante a la arquitectura, permaneciendo el arte como subsidiario de sta. No es muy diferente la concepcin de los aos ochenta, que aunque se plantea ya la inversin en obras de arte contemporneo de prestigio, permite que la arquitectura contine instrumentalizando el resto de actividades, como es el caso de las esculturas en las reas de museos o en los programas de rehabilitacin y monumentalizacin de barrios y zonas perifricas.
Para una perspectiva ms amplia acerca de los diferentes modelos de financiacin del arte contemporneo ver: AAVV, Servicio Pblico. Conversaciones sobre financiacin pblica y arte contemporneo, Editado por Jorge Ribalta, Ediciones Universidad de Salamanca y Unin de asociaciones de artistas visuales, La idea de Museo Moderno se fundamenta en la originalidad, autora y catalogacin de obras que se aglutinan y exhiben en un espacio neutro creado expresamente para su contemplacin.
Transpolando esta idea se ha concebido la ciudad moderna, impensable sin su coleccin de esculturas al aire libre de autores como Moore, Picasso, Dubuffet, Mir, etc. Pero la ciudad no es un espacio neutro y a menudo se torna problemtica la recepcin de estas obras, que no han sido concebidas expresamente para ella.
El concepto de ciudad genrica frente al de ciudad de la diferencia, ha sido propuesto por Rem Koolhaas para describir ese proceso de modernizacin sin fin del espacio pblico que se produce a escala global y que se caracteriza por la prdida de identidad y de historia, y exaltacin del presente, lo asptico y.
Este concepto aparece citado en el artculo de Jorge Ribalta, ibid. Hago alusin directa a la Ciudad de las Ciencias y de las Artes, en proceso de construccin en nuestra ciudad de Valencia, pero tambin a un concepto general y megalmano de la ciudad que fuerza su modernizacin a travs de grandes construcciones a finales del siglo XX.
La tradicin del arte pblico en su vertiente crtica puede relacionarse con el muralismo mejicano y, ms directamente, con el fotomontaje de John Heartfield en contra del nazismo. Los antecedentes se encuentran a lo largo de todo el siglo XX, desde la vanguardia histrica , con intervenciones pblicas contra el arte y sus instituciones, y en la vanguardia socialmente comprometida , cuya accin es afirmativa y crtica en el campo del diseo, las publicaciones de masas, la educacin, etc.
Ya en los aos sesenta y setenta es significativa la aportacin de movimientos y artistas como el Pop Art o La Internacional Situacionista, con su crtica al consumismo capitalista y el reconocimiento del contexto sociopoltico de las ciudades.
Se trata de un especial diseo de objetos y espacios tiles, cercanos al mobiliario urbano para parques y jardines, a los que Armajani otorga la cualidad de espacios para la lectura. Ver el reciente catlogo de la exposicin: AAVV, Siah Armajani, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa.
Palacio de Cristal, Ver tambin: AAVV, Espacios de lectura, Barcelona, Consorci del Museu dArt Contemporani de Barcelona, Otra forma de contra-monumento es, por ejemplo, la presentacin de la forma en negativo de la obra, con su incrustacin en el terreno de forma permanente.
Hbridos entre escultura y fotografa en la dcada de los ochenta, Valencia, Col. Formas Plsticas, Diputaci de Valncia, Instituci Alfons el Magnnim, , pp.
Projekte in Mnster fue iniciada en por Klaus Bussmann, y fue desde su origen una colaboracin entre la ciudad de Mnster y las entidades responsables del Westfllischen Landesmuseum. El principio de seleccin en torno a proyectos artsticos especficos fue la base de la exposicin concebida por Kasper Knig y Klaus Bussmann en , y ha sido tambin el criterio de seleccin de su tercera edicin, dirigida en en por Florian Matzner.
Projekte in Mnster ,Ostfildern-Ruit, Verlag Gerd Hatje, , pp. Walter Grarskamp es autor del texto en la ltima convocatoria de Skulptur.
Projekte in Mnster, en ibid. Abrir el menú de navegación. Cerrar sugerencias Buscar Buscar. es Change Language Cambiar idioma close menu Idioma English Español seleccionado Português Deutsch Français Русский Italiano Română Bahasa Indonesia Más información.
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Johnson, fundador y editor de las revistas Ebony y Jet La biblioteca personal de Johnson, el primer afroamericano que apareció en la lista Forbes , en , está ahora al alcance de cualquiera que se acerque a este antiguo banco.
Allí también se encuentra la colección de discos de Frankie Knuckles, padre de la música house , junto a piezas de la colección de la Universidad y del Art Institute de Chicago. La Rebuild Foundation está también detrás de las siguientes tres pistas viajeras: The Listening House, The Archive House y The Black Cinema House.
Esta última es una sala de proyecciones ubicada en un edificio abandonado al sur de la ciudad, en el Chicago South Side Dorchester, y desde proyecta películas realizadas o protagonizadas por la diáspora africana.
La visita a The Archive House, otro de los edificios recuperados por la fundación, permite adentrarse en el impresionante archivo de Wax Records. Ahora hay quien teme que nuestra intervención acabe gentrificando estas zonas, pero estos barrios, a día de hoy, siguen abandonados y los vecinos todavía pueden comprarse aquí una casa.
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Carlos Córdoba. Copiar enlace. Inauguración de la feria Expo Chicago. Boletín Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada. View this post on Instagram. Redactor jefe de Vídeo de EL PAÍS y profesor de Vídeo de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
Desde hace más de 15 años se dedica al periodismo audiovisual. Anteriormente fue director, presentador, guionista, reportero y redactor de distintos programas en TVE, Atresmedia, Mediaset o Telemadrid, entre otras cadenas.
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De la escultura al post-muralismo. Políticas de Arte Público en procesos de Regeneración Urbana. El objetivo de este trabajo es abordar las relaciones entre Los modos de circulación, las lecturas y las nuevas obras que convoquen y provoquen harán de cada conjunto de láminas una muestra artística con identidad propia El objetivo central de esta investigación ha sido el de explorar las manifestaciones de arte público en la ciudad de Mérida, fundamentalmente desde la